Caminar el agua junto a docentes ER
El pasado mes de octubre tuvimos nuestra primera experiencia piloto colaborando con el Observatorio del Agua de la Fundación Botín a través de la iniciativa Caminar El Agua. Un laboratorio urbano-científico que propone la utilización del caminar y el estar al aire libre como un vehículo para el aprendizaje de las ciencias, las artes y las humanidades, fijándose en el agua como objeto de estudio e hilo conductor de los recorridos.
Para realizar la actividad propuesta, nos reunimos en una otoñal tarde de octubre con profesores de diferentes centros de educación de la Comunidad de Madrid, pertenecientes al programa Educación Responsable, para proponerles un viaje a pie siguiendo las aguas del río Manzanares. La invitación se basaba en aplicar la metodología de Caminar El Agua, una propuesta de educación complementaria fuera del aula, que consiste en la exploración del territorio a pie junto a una serie de actividades que van sucediendo durante la ruta, desde una charla científica hasta un taller lírico o de dibujo.
Lo que se busca con las exploraciones es poner el cuerpo en movimiento, permitiéndole así conectar con las emociones y las sensaciones que se producen cuando descubrimos paisajes y contextos diferentes de los que estamos acostumbrados y, a través de actividades y talleres, ir reflexionando y expresando dichas emociones. De esta forma, se busca promover en el estudiante la adquisición de herramientas y competencias tales como la auto orientación, el autoconocimiento y la autoestima, la reflexión, el pensamiento crítico, la creatividad y la imaginación.
Antes de salir a caminar: un mapeo colaborativo para tomar contacto con el territorio
Antes de ponernos las gafas de exploradores y salir a caminar, realizamos una primera toma de contacto con el territorio a través de un mapeo colaborativo que tenía por objetivo conocernos a través de las distintas formas que tiene cada uno de habitar la ciudad. Para ello, sobre un mapa de Madrid, y utilizando rotuladores de colores y pegatinas, compartimos con los demás caminantes los lugares donde vivimos y trabajamos, la forma en que nos movemos por la ciudad (en coche, en bicicleta, a pie, en autobús), los sitios donde identificamos presencia de agua y naturaleza, y también intentamos imaginar cuánto nos llevaría ir caminando desde nuestras casas hasta el sitio donde nos encontrábamos.
A primera vista, el lugar donde nos encontrábamos, el Parque Deportivo Puerta de Hierro o también llamado Parque Sindical, ubicado a orillas del río Manzanares, entre las autopistas M30 y A6, parece ser un lugar muy alejado del centro urbano. Sin embargo, con esta actividad, nos dimos cuenta que estaba relativamente cerca de nuestras casas andando.
Esta primera toma de contacto con el territorio y con nuestros compañeros de viaje nos ayudó a entender lo desconocida que puede llegar a ser nuestra propia ciudad, y a reflexionar en torno a la complejidad del territorio y a sus múltiples capas de interpretación, como por ejemplo aquellas en las que encontramos agua y naturaleza, elementos que, la mayoría de las veces, vemos como algo muy alejado de la ciudad. De esta forma, también nos dimos cuenta de que es posible abordar el territorio caminando y llegar a lugares diferentes a los conocidos sin mucho esfuerzo.
El caminar: una propuesta necesaria para el aprendizaje consciente y el bienestar físico y emocional
Cuando caminamos y atravesamos espacios desconocidos, no solamente activamos nuestro cuerpo, sino que también, y de forma inmediata, nuestra mente. De manera que cuerpo y mente se conectan entre sí y se disponen a recibir los estímulos del paseo, despertando nuestra curiosidad. Conscientes de esta premisa, nos dispusimos a abordar la ciudad a pie, a explorar y descubrir los fenómenos que el territorio y el agua nos tenían preparados. De manera que, la caminata discurrió por las orillas del río Manzanares, desde el Parque Sindical, en las afueras de la ciudad, hasta el Puente de los Franceses, ya en el casco urbano de Madrid, en total 5 km.
Descubre la ruta y hazla con tus estudiantes
Durante la caminata realizamos varias paradas para poner en práctica diferentes metodologías didácticas que tenían como objetivo abordar el conocimiento desde cuatro sentidos: la vista, el oído, el olfato y el tacto. Realizamos experiencias lúdicas tomando el agua del río con nuestras manos ahuecadas para sentir su textura y temperatura, reflexionamos acerca del lugar que tienen los ríos en las grandes ciudades; pusimos en práctica nuestros conocimientos sobre depuración y ciclo urbano del agua a través del olfato, acompañado de una charla sobre depuración a cargo de un experto en la temática; trabajamos la dimensión artística a través del croquis, dibujando un elemento del paisaje en tres escalas diferentes y ensayando formas distintas de dibujar: sin levantar el lápiz del papel, sin mirar el papel, con los ojos cerrados, etc. Estos métodos nos ayudaron a abordar la herramienta del dibujo sin la presión de tener que hacer un “dibujo técnicamente correcto”, y lo acompañamos de una charla sobre cómo identificar el estado de salud de un río, dictada por una especialista en el tema perteneciente al Observatorio del Agua.
Para reflejar los resultados de las actividades, utilizamos un cuaderno de viaje, en formato de bolsillo, en el que fuimos anotando las emociones y observaciones que nos surgían mientras caminábamos, además de los dibujos y algunos objetos que fuimos recogiendo, y contrastando estas sensaciones con nuestros compañeros de viaje.
Final del viaje: geolocalizar los resultados de la experiencia en un mapa
Finalizamos la caminata con una sensación de plenitud. Habíamos pasado cuatro horas recorriendo el río Manzanares, con sus paisajes otoñales y contrastes urbanos. Una experiencia llena de estímulos y el surgir de nuevas ideas para la preparación de actividades que realizar con los alumnos en los centros escolares. Cerramos la jornada con un segundo mapeo colaborativo. Esta vez, el mapa estaba acotado al territorio que habíamos explorado. Arrojamos en éste todas las observaciones, sensaciones, emociones, nuevos conocimientos e ideas que el recorrido nos habían inspirado, reflexionando en torno a las posibilidades que tiene la metodología del caminar para su implementación en cualquier asignatura y adaptación a cualquier ciclo formativo.
Algunas ideas que surgieron: una caminata científica con recogida de muestras de la naturaleza y mapeo colaborativo con los elementos seleccionados; un paseo lírico en el que se vayan realizando lecturas en los puntos más emblemáticos del recorrido, con un taller de escritura creativa inspirada en el paisaje o un recorrido que combine charlas de ciencia y dibujo a mano alzada ¡El límite es nuestra imaginación!
Camila Kuncar (Arquitecta UChile) y Lucia De Stefano (Directora Adjunta, Observatorio del Agua)
Cofundadoras de Caminar El Agua.
Tel. (+34) 625 950 235