Clima escolar y aprendizaje social y emocional, Phill Brown
Ambiente escolar y educación emocional y social. La integración de dos enfoques
Los colegios saludables fomentan el aprendizaje, el desarrollo y el bienestar del alumnado, proporcionándole seguridad, apoyo, retos académicos, una alimentación sana, tiempo y espacio para la actividad física y oportunidades para el desarrollo emocional y social. En los colegios saludables, tanto los alumnos como los profesores se sienten respetados y apoyados. Estos centros requieren un ambiente escolar positivo en el que se fomente el desarrollo emocional y social, tanto del alumnado, como del personal escolar. Tal ambiente puede contribuir a reducir las desigualdades y permite prosperar a los alumnos.
El concepto de ambiente escolar hace referencia al entorno físico, académico, social y disciplinario. El ambiente escolar y la educación emocional y social (EES) son aspectos que los investigadores y los especialistas en la materia han abordado frecuentemente como cuestiones independientes, pero ambas son necesarias para la construcción de los colegios saludables, se influyen mutuamente y generan entre sí ventajas recíprocas. Un ambiente escolar positivo crea las condiciones necesarias para la EES; la competencia emocional de cada uno de los miembros de la comunidad escolar, tanto en el ámbito personal, como a nivel colectivo, repercute en el ambiente escolar.
En este artículo se ponen de relieve las conclusiones de los trabajos de investigación que indican que un ambiente escolar positivo refuerza la EES, así como una mayor formación en EES contribuye a mejorar el ambiente escolar en los centros de enseñanza de primaria y secundaria. Se aborda el ambiente escolar, la EES y los modelos combinados que tienen incidencia tanto en el ambiente escolar como en la competencia emocional y social.
Es posible alinear las iniciativas en materia de mejora del ambiente escolar y en materia de EES. Los colegios pueden fomentar activamente interacciones en refuerzo de la resiliencia a través de políticas e iniciativas escolares inclusivas, así como mediante la aplicación de medidas integrales, escalonadas y de alcance global que contribuyen al establecimiento de un ambiente escolar positivo y desarrollan activamente las competencias emocionales y sociales del alumnado y de todo el personal escolar. Sin embargo, sigue siendo necesario que se lleve a cabo una investigación exhaustiva que, por un lado, evalúe el progreso tanto a nivel personal como a nivel global de la comunidad escolar en la creación de un ambiente escolar positivo que ofrezca oportunidades de aprendizaje emocional y social, y, por otro, aporte ideas sobre las mejores prácticas para lograrlo.
Los colegios saludables se caracterizan por un ambiente escolar positivo que apoya el aprendizaje, el desarrollo y el bienestar, proporcionando seguridad, apoyo y conectividad, retos académicos y compromiso con el aprendizaje, sensibilidad cultural, una alimentación sana, tiempo y espacio para la actividad física y EES.
El ambiente escolar y las competencias emocionales, sociales y académicas son beneficiosos para la salud pública. Ambos componentes son constructos polifacéticos y complejos y han sido definidos y medidos de múltiples maneras:
El ambiente escolar y la EES se han abordado como cuestiones independientes. Tradicionalmente, el ambiente escolar se ha medido en función de trabajos de investigación sobre la eficacia organizativa y escolar. La definición de ambiente escolar comprende las interacciones de todos los miembros de la comunidad escolar, así como sistemas organizativos más amplios, en los que se incluyen los aspectos culturales, estructurales y de recursos, y el modo en que las personas viven y perciben dichas interacciones y dichos sistemas.
La emergencia de la EES como disciplina se debió, en parte, a modelos de desarrollo ecológicos y transaccionales que tienen muy en cuenta las relaciones bidireccionales entre los niños y los contextos en los que están inmersos que fomentan la competencia emocional, social y académica. Los programas de EES tienen por objeto nutrir simultáneamente las habilidades del alumnado y las prácticas que, aplicadas en el aula y en el ámbito escolar en general, brindan oportunidades para el desarrollo en las situaciones de la vida cotidiana. La mayoría de los programas de EES se han limitado hasta la fecha al objetivo de enseñar habilidades a través de la instrucción de determinadas lecciones en el aula y no han sido totalmente integrados en la vida cotidiana del alumnado y el personal escolar. Los resultados de los estudios de investigación se basan en gran parte en el análisis de dichos programas, y la falta de integración en la rutina cotidiana en las aulas y los entornos escolares es uno de los motivos por los que los programas de EES tienen un efecto moderado.
Esta desconexión entre la prioridad que se ha venido concediendo hasta ahora a los programas de EES y la necesidad de desarrollar entornos escolares más positivos que fomenten la EES puede estar propiciada por diversos factores, tales como la falta de financiación, la falta de formación del profesorado y la falta de infraestructuras escolares y municipales que apoyen iniciativas coordinadas.
En la última década, esta barrera ha quedado reconocida por una nueva oleada de programas. Actualmente se está produciendo un avance significativo hacia la creación de programas coordinados, sistemáticos, de alcance global en colegios y municipios. Dichos programas se caracterizan por ser ecológicos, por integrar el ambiente escolar y las iniciativas en materia de EES, y por conceder prioridad a la participación de la comunidad escolar en general. Esta nueva oleada incluye iniciativas sistemáticas para integrar y crear entornos escolares positivos que fomenten la EES, tales como la Whole Child Initiative, de la Asociación para la Supervisión y el Desarrollo del Curriculum (ASCD). la Comisión Nacional de Desarrollo Social, Emocional y Académico (NCSEAD) del Instituto Aspen, y otras iniciativas recientes con tendencia a crear una Ciencia del aprendizaje y el desarrollo.
El ambiente escolar y la EES se solapan e influyen mutuamente mucho más de lo que sugieren sus antecedentes. El ambiente escolar positivo y los enfoques efectivos en materia de EES son ingredientes esenciales de los colegios que brindan un entorno seguro y obtienen un elevado rendimiento académico.20El ambiente escolar es el fenómeno colectivo que además de poner de relieve las condiciones necesarias para el desarrollo emocional, social y académico tanto en los adultos como en el alumnado, crea dichas condiciones. La alineación entre el ambiente escolar y la EES permite crear sinergias, reducir la fragmentación y la carga del cambio de abordaje, y avanzar en la esfera de la investigación.
También es importante reconocer que existen diferencias en el modo en que los alumnos perciben el ambiente escolar. Los alumnos de color y los alumnos desfavorecidos a nivel económico refieren que perciben un peor ambiente escolar que sus iguales. También sienten que son objeto de una disciplina severa y de exclusión. Mediante el desarrollo de conocimientos prácticos y la aplicación de medidas para la creación de un ambiente escolar inclusivo y competente a nivel cultural para el conjunto de los alumnos y el personal escolar, los colegios pueden reducir las desigualdades y contribuir al desarrollo y el bienestar saludables.
La presente reseña de investigación demuestra que el ambiente escolar refuerza la EES y que, a su vez, la mejora de la competencia emocional, social y académica contribuye a mejorar el ambiente escolar. En concreto, el resumen describe los elementos necesarios para crear un ambiente escolar positivo que refuerce la EES en los centros de enseñanza de primaria y secundaria.
Phill Brown
Miembro del Centro de Psicología Aplicada de la Universidad de Rutgers en New Jersey