Educar en familia, con Alfonso Salgado

1. ¿Cómo ser los adultos que nuestros menores necesitan?

 

Creo que dos cosas pueden ayudar. Por una parte, dedicar un tiempo a conocernos y a descubrir que, efectivamente, a veces se nos cuelan deseos para nuestros menores que son deseos de lo que a nosotros nos hubiera gustado. Por otra parte, reconocer que no tenemos que saberlo todo y dedicar espacios para el encuentro entre adultos para favorecer el diálogo, el contraste, el mutuo aprendizaje…  

  

2. Como docentes, ¿cómo podemos ser figuras de seguridad para el alumnado?

  

El apego es resultado de una experiencia de confianza, aceptación y cuidado. Cuando el niño se sabe aceptado como es y corregido por su bien, tiene experiencia de que puede contar lo que sucede sabiéndose comprendido y valorado y ha experimentado que le cuidan y le atienden, el vínculo se asegura. Dedicar tiempo, mostrar cariño, dar pautas concretas de comportamiento, reconocer lo que el niño hace bien, valorar los esfuerzos... todo eso ayuda. Y marcar unas líneas comunes para todos, sabiendo adaptar y respetar las diferencias. 

  

3. ¿Cómo podemos transmitir confianza y afecto de forma incondicional y eficaz en la familia?

  

En la familia es donde se produce la genuina experiencia fundamental de la aceptación incondicional. En casa es donde el niño sabe que es valorado por ser quien es, que no debe ganarse el afecto de los padres. Cuando eso no se da, por ejemplo, porque no se le dedica tiempo, o porque nunca se le dan pautas de comportamiento que le ayuden a predecir y controlar el entorno, o porque apenas hay expresiones de cariño y ternura, la cosa comienza a ir mal. 

  

4. Dicen que para educar a un niño hace falta toda una tribu, ¿cómo caminar juntos docentes y familias?

  

Creo que la clave es precisamente esta: poner al niño en el centro. Y desde ahí, asumir lo que es propio de cada entorno, la casa y el cole, en una dinámica de mutua comprensión y mutua colaboración. Quizás no estemos del todo de acuerdo, y no pasa nada, siempre que al niño le transmitamos un único mensaje. En casa y en el cole, dos espacios naturales de educación, hacemos cosas diferentes, y así debe ser, pero manteniendo cauces de comunicación, de conocimiento mutuo de lo que cada uno hacemos, que permitan pautas comunes que el niño pueda conocer y poner en marcha. 

 

 

Alfonso Salgado Ruiz es especialista en Psicología Clínica y catedrático de Psicología en la Universidad Pontificia de Salamanca. Sus campos de investigación, docencia y transferencia se relacionan con las adicciones, la pareja y la familia y los procesos psicológicos básicos en psicología de la salud.

 

Vuelve a disfrutar de su conferencia en La Educación que queremos