Formas de instaurar la creatividad en el aula
La creatividad consiste en conseguir que los alumnos desarrollen pensamientos y comportamientos innovadores y originales a través de un extenso y nutrido plan de estudios. La creatividad surge cuando constituye una parte fundamental del aprendizaje y de la enseñanza, tanto en el entorno escolar en general, como en el plan de estudios en particular. Uno tiende a “notar” que un aula es creativa en cuanto entra por la puerta. Si bien es cierto que es fácil percibirlo gracias a los atractivos murales creados por los niños y a los estimulantes recursos docentes, también está presente en el respeto mutuo entre el profesorado y el alumnado, así como durante el transcurso del aprendizaje activo.
La implantación de la creatividad en el aula parte de la pasión y el entusiasmo del maestro, que tiene que “cuestionar” a los alumnos y “retarlos”. El maestro tiene que sentirse capaz de asumir riesgos. Todas y cada una de las lecciones tienen que estar planificadas de manera que resulten interesantes y estimulantes. Las clases creativas tienden a florecer cuando se realiza una cuidada planificación y secuencias de aprendizaje, al mismo tiempo que se establecen tareas abiertas y se reta a los alumnos. Unos programas de aprendizaje demasiado restrictivos, el plan de estudios y los libros de texto pueden limitar la enseñanza creativa si se convierten en recursos demasiado autocráticos y no permiten que los profesores utilicen su propia pasión e iniciativa. El personal docente debe ser libre de experimentar y de adoptar un planteamiento docente basado en la exploración. El profesorado tiene que ser un colectivo inspirador.
Una clase creativa es un espacio en el que se fijan grandes metas. No es un mero lugar en el que el alumnado cuenta con una “buena” oportunidad para aprender, se trata más bien de un lugar en el que el alumnado tiene excelentes posibilidades de aprender.
En una escuela creativa, las opiniones de los alumnos cuentan. Su voz lleva inherente un poder real. La creatividad consiste en conseguir que los alumnos desarrollen pensamientos y comportamientos creativos. Unos alumnos seguros de sí mismos gozan, disfrutan y muestran entusiasmo en un ambiente respetuoso y cargado de confianza.
Así pues, ¿cómo se pueden fomentar ideas innovadoras y promover un cambio positivo hacia la instauración de un aula más creativa? Se puede intentar poner en práctica estas sencillas y rápidas pautas:
- Pedir a los alumnos de clase que preparen una exposición en el aula sobre algún tema que les interese; pedirles que recopilen libros, objetos e información relacionados con el tema; pedirles que se organicen para enseñar a sus compañeros algo relacionado con el tema.
- Invitar a clase a alguna persona que sea un auténtico apasionado de algo para que comparta esa pasión con los alumnos; buscar personas creativas en la comunidad local (artistas, escritores, poetas, cuentacuentos, expertos en ciertos temas…) e invitarlos a clase.
- Visitar centros culturales locales como bibliotecas, museos o galerías de arte; pedir a los alumnos que elaboren una guía de estos centros y que después lleven a sus padres, familiares o amigos y les ofrezcan visitas guiadas personalizadas por los mismos.
- Pedir a los alumnos que escriban algún libro y lo ilustren para incorporarlos a la biblioteca del colegio o a la biblioteca municipal; a los alumnos les encanta escribir libros y leer historias escritas por compañeros de su misma edad.
- Crear un “rincón oculto” en clase donde poder esconder cosas especiales, emocionantes, en continuo cambio, antiguas, raras o inusuales; animar a los alumnos a “descubrir” los tesoros que se encuentran allí escondidos y utilizar estos objetos como inspiración de cuentos, obras de arte o ciencias y matemáticas; dejar que los alumnos contribuyan aportando cosas interesantes para descubrir.
- Comenzar la lección o unidad de trabajo con una gran vivencia; podría ser mediante una obra de teatro, cocinando algo, alguna visita, algún contenido de audio o de vídeo, o un aroma. Lo más importante es que la gran vivencia capte la atención del alumnado y despierte vivamente su curiosidad para hacerles preguntar; también les permitirá recordar lo aprendido, ya que vincularán el aprendizaje a esa gran vivencia.
- Leer en voz alta a los alumnos; incluso a los alumnos más mayores les gusta que les lean en voz alta, especialmente si su profesor sabe leer con estilo teatral.
- Obtener buenas ideas creativas acudiendo a otras clases y permitiendo que otras personas acudan a vuestra clase.
- Pedir a los alumnos que hagan fotos interesantes y utilizarlas como base para futuras clases.
- Sorprender a los alumnos; idear cambios en el aula o hacer algo un tanto inesperado, de manera que los alumnos deseen ir al colegio para ver qué ha podido cambiar.
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En estas páginas web también se pueden encontrar ideas creativas sencillas y rápidas.
Sugerencias muy prácticas que van cambiando periódicamente y que funcionan bien con los niños de muy corta edad. Esta es una buena página web, tanto para padres como para profesores:
http://www.theclassroomcreative.com/
Esta página proporciona ciertas ideas para los alumnos más mayores:
http://www.teachingexpertise.com/e-bulletins/creative-thinking-tools-classroom-one-6299
Anne Bamrford,
Director of the International Research Agency and Director of Education in southern England.