La Paz se construye cada día

La Paz se construye cada día
la paz se construye
la paz se construye
feb 13, 2014
Pablo Calzado

La celebración de la Semana de la Paz nos brinda la oportunidad de compartir emociones entre más de 1000 personas del Colegio Beata Filipina que se recuerdan durante años.

¿Cómo? Incluyendo en cada momento de la jornada escolar actitudes, gestos y actividades entre las que destacamos:

 

 

La paz se construye cada día. Plataforma Innovación Educación, Fundación Botín

 

La voluntad en construir un mundo más justo.

En diferentes asambleas desde Infantil a Secundaria se reflexionó sobre cómo nos relacionamos y las cosas que se pueden cambiar. Después de pensar y analizar nuestro comportamiento, buscamos cómo mejorarlo para sentir la satisfacción de hacer las cosas bien y saber que juntos podemos resolverlo. Además de analizar los conflictos bélicos que nos rodean, buscamos qué dificultades tenemos para convivir de forma pací­fica y  defendernos con la palabra de las agresiones ajenas. En la Biblioteca montamos una exposición sobre la leyenda japonesa MIL GRULLAS DE LA PAZ colocando grullas realizadas con técnicas de origami por los alumnos del Colegio; frases de personas relevantes para la humanidad y carteles con la palabra Paz en 30 idiomas.

-La alegrí­a de compartir toda la comunidad educativa del Centro una celebración muy especial. El  30 de enero el alumnado, las familias, el personal docente y no docente, nos reunimos en torno a la pista redonda del Colegio. Es importante destacar que todos participamos en  la ceremonia.
Utilizamos 14 paraguas blancos que representaban catorce valores y emociones como son: la dignidad, la libertad, la educación, el amor, la ayuda y el servicio hacia el otro. Estos paraguas nos protegen del “chaparrón” de: la indiferencia, las guerras, el odio, la intolerancia, las faltas de respeto? Este año escuchamos el manifiesto por la paz de Eulogio Dí­az del Corral. Cada párrafo lo leyeron un alumno de cada nivel, profesores y familias. En un recipiente preparado para ello, se fueron depositando por clase un sobre con las agresividades, con aquello que cada uno piensa que debe corregir. Mientras el fuego quemaba los sobres, cantamos  juntos canciones de la paz muy conocidas por todos. En tres momentos de la celebración, alumnos de diferentes cursos interpretaron con instrumentos de viento, piezas  musicales como el Himno de la Alegrí­a.

Estamos convencidos de que la paz es tarea de todos y  mantenemos la esperanza en un Mundo mejor. Sentimos la libertad de poder proclamar como Nelson Mandela las palabras del poema Invictus del poeta William Ernest Hemley ” Soy el amo de mi destino; soy el capitán de mi alma”.

 

 

 

 

 

 

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