Proyecto de Bienestar Emocional:Para cuidar a nuestras niñas y niños hace falta el pueblo entero
Desde la localidad de Alparitir (Zaragoza), el CEIP Ramón y Cajal implementa un ambicioso y ejemplar Proyecto de Bienestar Emocional durante los últimos cursos escolares. Esta iniciativa surge como respuesta a los desafíos emocionales generados por la pandemia, apostando por un enfoque integral que involucra a toda la comunidad educativa para el cuidado y desarrollo de sus estudiantes. El proyecto, integrado en el Plan de Acción Tutorial y el Plan de Convivencia del centro, se ha diseñado para que todo el alumnado alcance su máximo desarrollo personal, intelectual, social y emocional, y ha sido reconocido con el Premio Nacional de Bienestar Emocional del Ministerio de Educación; pudiéndose consultar el proyecto completo en bit.ly/3WL0HiN.
La finalidad primordial del proyecto radica en reconocer el entorno local como el espacio idóneo para la construcción de la personalidad de los niños y niñas, el desarrollo de sus capacidades, la conformación de su identidad y la comprensión de la realidad, siempre priorizando el bienestar de las personas, las relaciones y el entorno. Se entiende que el bienestar social en la localidad y el de cada miembro de la comunidad educativa (alumnado, familias, docentes, ayuntamiento, asociaciones) están intrínsecamente ligados a estos cuidados. En consonancia con el Proyecto Educativo, el Plan de Convivencia y el Plan de Acción Tutorial, el objetivo es garantizar una educación de calidad adaptada a las necesidades del alumnado, incluyendo el desarrollo de sus capacidades emocionales.
Ante el aumento de los problemas de salud mental y los riesgos para el bienestar emocional derivados de la crisis pandémica, el CEIP Ramón y Cajal centra su atención en los niños y niñas, identifi cando la necesidad de refl exionar e intervenir en el ámbito educativo. De esta refl exión surgen objetivos concretos:
● Promover programas para mejorar e incrementar el bienestar emocional de toda la comunidad educativa.
● Contribuir al desarrollo personal y social del alumnado a través del cuidado y la promoción del bienestar emocional, fomentando su participación en las dinámicas del centro.
● Desarrollar y adquirir competencias emocionales relacionadas con la resiliencia, la autoestima, las habilidades sociales, la toma de decisiones y la resolución pacífi ca de confl ictos, creando un ambiente escolar positivo y seguro y fomentando conductas prosociales y la salud física.
● Afianzar intervenciones comunitarias en salud mental y bienestar emocional en el ámbito educativo, estableciendo lazos entre el equipo docente, el centro de salud, servicios sociales e instituciones de apoyo a la infancia y juventud.
● Proporcionar herramientas a la comunidad educativa para la prevención del abuso de las TIC, la ciberadicción y el ciberacoso.
● Garantizar formación especializada en derechos fundamentales de la infancia para el personal del colegio y potenciar la fi gura del coordinador de bienestar.
● Impulsar y reforzar los instrumentos sociales necesarios para afrontar la emergencia climática y ambiental, avanzando hacia una transición ecológica justa.
El centro educativo se reconoce como un agente fundamental en el desarrollo de las competencias emocionales de los niños y niñas, contando con la autonomía necesaria para elaborar proyectos que fomenten su bienestar. Estas iniciativas a menudo surgen de la propia comunidad, como las asociaciones locales, lo que conlleva una mayor participación de las familias y el alumnado en la vida escolar, fortaleciendo el sentimiento de pertenencia a la comunidad.
La responsabilidad del proyecto recae en el Consejo Escolar, que también actúa como Comisión de Convivencia, buscando incrementar y aunar esfuerzos para impulsar propuestas educativas innovadoras que mejoren continuamente el bienestar en la localidad. Se promueve la motivación por el aprendizaje, la cohesión grupal y las relaciones internas entre todos los sectores de la comunidad educativa, siempre bajo la ética del cuidado, la participación activa y la implicación.
El proyecto de bienestar emocional se inscribe dentro de una transformación más amplia del municipio en una verdadera Comunidad Educativa, con la participación activa de las familias para lograr el máximo aprendizaje y una buena convivencia. Se considera esencial la participación de toda la comunidad educativa, especialmente las familias, en el diseño y desarrollo de las actividades de bienestar.
La organización del proyecto se articula en tres líneas de actuación interrelacionadas:
● Bienestar de las personas (educación cognitivo-afectiva): enfocado en el desarrollo personal y emocional.
● Bienestar con las relaciones (educación socio-política): centrado en la convivencia y la participación ciudadana.
● Bienestar en el entorno (educación ecológica): dedicado al cuidado del medio ambiente y la conciencia socioambiental.
Estas líneas de actuación son el resultado de diversos proyectos de innovación e investigación educativa previos, siempre respetando los derechos fundamentales de la infancia y promoviendo valores como el respeto mutuo, la dignidad humana, la convivencia democrática y la resolución pacífi ca de conflictos.
Habilidades para la vida desde la escuela rural
Con la participación en el programa Educación Responsable, desarrollamos habilidades para la vida desde la escuela rural para alcanzar cuatro objetivos generales en materia de bienestar:
1. Lograr que el alumnado se sienta seguro, acogido y considerado en un contexto emocionalmente positivo y estimulante.
2. Desarrollar en el alumnado las competencias necesarias para establecer relaciones sanas y constructivas, basadas en valores democráticos y el respeto a los derechos humanos.
3. Contribuir a la formación integral del alumnado como individuos y como miembros de una colectividad.
4. Integrar a las familias y a la localidad como agentes educadores.
Así, las actividades del proyecto se enmarcan en el Plan de Convivencia (bienal), el Plan de Acción Tutorial (anual) y la Programación Anual. Para ello se elaboran materiales de apoyo sobre gestión del tiempo, habilidades socioemocionales, comunicación interpersonal, gestión de confl ictos y corresponsabilidad familiar. También se lleva a cabo formación para trabajar el bienestar como un concepto globalizador, integrando habilidades para la vida y fomentando las cinco competencias socio-emocionales básicas: autoconocimiento, autocontrol, habilidad de relación, habilidad social y toma responsable de decisiones.
En todas las acciones se tiene en cuenta la perspectiva de género y las necesidades específicas de menores con discapacidad, de diversos orígenes y en situación de desventaja. Se profundiza en el conocimiento de los protocolos de actuación contra diferentes tipos de abuso y violencia. El reconocimiento de UNICEF como referentes en educación en derechos de infancia subraya el compromiso del centro con estos derechos en cada decisión y actividad.
El proyecto tiene un carácter preventivo y formativo, basado en los valores inclusivos del centro y en una concepción humanista de la educación, promoviendo el trabajo en equipo, la participación activa del alumnado y la colaboración para crear redes de aprendizaje y apoyo. Se busca garantizar un clima adecuado para la formación del alumnado y el desarrollo profesional docente, utilizando la tutoría como un instrumento de formación integral, promoviendo la convivencia pacífica, creando espacios seguros, fomentando la participación del alumnado y desarrollando la corresponsabilidad entre familias, escuela y comunidad.
El bienestar emocional se entiende como el estado en el que el alumnado reconoce sus aptitudes, afronta las presiones escolares, aprende signifi cativamente y contribuye a la comunidad. Las actividades del proyecto buscan que el alumnado alcance este bienestar sintiéndose bien consigo mismo, con los demás y con su entorno. Esto se aborda a través de actuaciones relacionadas con la identificación y expresión saludable de emociones, el manejo del estrés y la ansiedad, la construcción de relaciones positivas y una actitud optimista.
Actualmente, surgen nuevas necesidades, como abordar la brecha digital, el trabajo emocional comunitario, la situación económica familiar y el aumento de las adicciones a las pantallas. Para ello, se implementan propuestas didácticas individualizadas para apoyar al alumnado con más difi cultades y se reconoce la importancia de trabajar áreas como la alimentación saludable, el ejercicio, el sueño, la relajación, la gestión del tiempo y las relaciones interpersonales para lograr el bienestar emocional.
Además, las actuaciones diseñadas en los tres ámbitos de bienestar, están conectadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, fomentando la solidaridad y la ciudadanía activa para un mundo más sostenible. Educar en derechos de infancia va más allá de la enseñanza teórica; son la base del proyecto educativo, impulsando que la comunidad los viva y que los propios niños y niñas sean partícipes del cambio.
La evaluación del proyecto es responsabilidad del Consejo Escolar al fi nal de cada curso, analizando el desarrollo del Plan de Convivencia y los resultados obtenidos en bienestar emocional y salud mental. Se destaca la sostenibilidad del proyecto y su reconocimiento como Centro Referente de UNICEF. Si bien el proyecto cuenta con una estructura sólida, se reconoce la falta de dotación económica necesaria para su pleno mantenimiento y desarrollo a largo plazo. Para la evaluación, se ha adoptado el "Index for Inclusion", adaptando los cuestionarios para valorar la percepción del bienestar local entre profesorado, alumnado y familias, con indicadores como el apoyo mutuo entre escuela y comunidad, el fomento de la autoestima, la contribución a la salud y el aprendizaje sobre salud y relaciones.
La valoración general del proyecto es muy positiva, considerándolo una importante aportación al bienestar del alumnado, con la implicación de toda la comunidad educativa y como un elemento central del Proyecto Educativo. Se destaca su enfoque preventivo, su aplicación mediante el trabajo en equipo y la coordinación. Se considera que se ha alcanzado el objetivo de crear un clima de convivencia, colaboración y estudio. A través de las actividades, se contribuye al desarrollo de la competencia social y ciudadana del alumnado, permitiéndoles comprender la realidad social y formar parte de una sociedad democrática, aprendiendo a ponerse en el lugar del otro, aceptar las diferencias y respetar la diversidad. Las actuaciones, integradas en el Plan de Convivencia y el Proyecto Educativo de Centro, aseguran su institucionalización y continuidad, con el objetivo de mejorar la comunicación, desarrollar valores democráticos y fomentar la participación como método eficaz de prevención y resolución de conflictos.
En definitiva, nuestro proyecto de bienestar emocional creemos que puedes ser un modelo inspirador de cómo una comunidad educativa unida puede trabajar activamente para garantizar el bienestar integral de sus niños y niñas, afrontando los desafíos del presente y construyendo un futuro más saludable y equitativo. La frase plasmada en un mosaico en el centro resume la esencia de esta iniciativa: "Para educar a un niño hace falta el pueblo entero".
Juan Antonio Rodríguez Bueno, maestro rural en el CEIP Ramón y Cajal de Alpartir (Zaragoza), colegio público reconocido con el Premio Nacional al Fomento de la Convivencia Escolar (2018), el Premio Aragón de Educación Inclusiva y Convivencia (2014), sus Buenas Prácticas Lectoras por el Ministerio de Educación (2012), el Premio Medio Ambiente Aragón (2011), Premio de bienestar emocional en el ámbito educativo del Ministerio de Educación (2023) o la Medalla de la Educación Aragonesa (2017). Participa en el programa Educación Responsable desde el curso 2022/2023.
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