Rutina de pensamiento emocional
Rutina de pensamiento emocional
Es de sobra conocido los beneficios de la práctica de rutinas de pensamiento en el aula a la hora de abordar un contenido nuevo. Son muchos sus beneficios con tan sólo tres palabras: “VEO - PIENSO - ME PREGUNTO”. Tres toques de atención que suponen un cambio en las estructuras de nuestro alumnado.
¿Y qué hay sobre las emociones? Podemos sacar a flote esas emociones que a veces el aula olvida; centrados en contenidos, temporalizaciones, y en ocasiones, olvidando que tenemos a nuestro alumnado delante, cargados de emociones como nosotros, sin embargo, sin el conocimiento necesario para canalizarlos, aceptarlos, expresarlos… ¿Es justo olvidar todo esto?
El aula es un espacio de conocimiento, y por ello, las emociones son un elemento más en todo este proceso. ¿No hay conocimiento más importante que conocerse a uno mismo? ¿Detectar cómo estamos y cómo va a afectar esas emociones a nuestro día, semana, mes…? Y por supuesto a nuestra relación con los demás.
Por ello con mi alumnado de 4º de Primaria todas las mañanas realizamos una pequeña asamblea. Entran a clase, colocan sus mochilas, y se sientan en su sitio. Cuando ya estamos todos, nos levantamos y vamos al final de la clase donde tenemos un espacio para la reflexión y rincones de ampliación de actividades. Allí nos sentamos en círculo y empieza nuestra rutina de pensamiento emocional. Cada día un compañero/a de clase será el protagonista. ¿Qué debe hacer? Seguir la siguiente rutina: “COMPARTO - AGRADEZCO - COMPROMETO”. Tenemos una cartulina separada en tres columnas cada ítem anterior con su espacio, y mediante “post it” rellenamos cada columna.
En “COMPARTO” el alumno/a puede contar lo que quiera a sus compañero/as; algo que ha pasado en casa, en el aula, algo que ha hecho el fin de semana…Tras ello y contestar a preguntas de sus compañeros/as pasamos al siguiente ítem.
En “AGRADEZCO” tendrá un espacio para dar las gracias a alguien, no necesariamente de la clase, que le haya ayudado, compartido algo, es totalmente libre al criterio del alumno/a.
Por último, en “COMPROMETO” fomentamos que se comprometan a hacer algo ese día, semana, trimestre, lo que ellos vean convenientes. Puede ser ayudar a un compañero/a, o en casa; estudiar más, tener más paciencia con algún compañero/a... O en alguna ocasión no se quieren comprometer a nada; respetamos su decisión y nos lo “apuntamos” en nuestro “post it” mental para más adelante trabajar este aspecto.
Esta es nuestra rutina de pensamiento emocional, la cual hemos visto que nos aporta diferentes beneficios:
-Mejora la capacidad de escucha de los estudiantes.
-Mejora y refuerza la autoestima.
-Crea un espacio para reflexionar sobre nuestras emociones.
-Fomenta el autoconocimiento.
-Promueve la empatía.
-Crea un espacio en el aula reservado a las emociones y sentimientos.
Si hay que hablar de conocimiento empecemos el de nosotros mismos.