Vuelta al cole con empatía

sep 18, 2024
Educación Responsable

¿Alguna vez has pensado qué podría haber experimentado tu alumnado este verano?

Para muchos de nuestros estudiantes, el cambio masivo en la rutina significa muchas cosas diferentes. Algunas de estas pueden incluir actividades de enriquecimiento positivo, como campamentos o clases, puede que hayan pasado tiempo con amigos, quizás cambios en amistades o relaciones desde el curso pasado, nuevas conexiones (o falta de ellas) a través de las redes sociales, que hayan experimentado soledad, aburrimiento, puede que también hayan pasado tiempo lejos de la familia o tiempo en familia - lo cual puede ser de apoyo o puede aumentar el estrés y el conflicto, puede que hayan trabajado, cuidado a hermanos, hermanas o niños... Como ves, las posibilidades son muy variadas. ¿Cuál crees que sería la mejor manera de darles la bienvenida de manera que los apoye, sin importar cómo fue o se sintió su verano?

Preguntas como "¿qué hay de nuevo?", "¿Cómo van las cosas últimamente?", o simplemente diciendo a nuestros estudiantes lo contentos que estamos de verlos, son opciones más empáticas que otras como "¿tuviste un gran verano?" o pedirles que escriban, dibujen o de alguna manera comparen sus aventuras de verano con las de otros compañeros. De esta manera, el aula será un espacio con mayor apertura a todo el universo emocional que el alumnado puede haber vivido, sin imponer cómo nosotros creemos que debería ser o sentirse el verano.

A continuación, te compartimos algunas propuestas de actividades que ofrece el Programa Educación Responsable para la vuelta al aula con empatía, con el objetivo de generar vínculo y cohesión grupal.

ARTES PLÁSTICAS Y VISUALES

Inspirados en la exposición de la artista Cristina Iglesias en el Centro Botín: ENTRƎSPACIOS, os proponemos trabajar con el grupo-clase la búsqueda de “mi lugar”. Propuesta del recurso educativo ReflejArte 2018/2019

Para ello todos los participantes buscarán, en grupo, un lugar especial, consensuado por todas las partes que tenga una importante y especial carga emocional para ellos. Pueden ser espacios que comporten todo tipo de emociones, pero que, de alguna manera, hayan cambiado sus vidas, su percepción después de haber estado en ellos, bien por el estado emocional de ese momento o simplemente por haberle prestado otra mirada.

Esta búsqueda supone aprender a explorar el espacio que nos rodea y en el que vivimos de otra manera, visibilizar los lugares invisibles o cotidianos, pudiendo experimentarlos, descubrir o redescubrir su encanto mediante una nueva mirada o interaccionar con ellos. Como Cristina Iglesias, el lugar que elijan no tiene que ser un lugar alejado, sino que puede ser un lugar cercano y cotidiano. Ella trabaja desvelando lo discreto, lo que pasa desapercibido en una primera visión. Es el espectador el que activa ese espacio, a través de su imaginación, de su capacidad de evocación, y de una nueva mirada. 

“Me interesa la idea de un espacio que no es nada, que está olvidado o se está creando, y conseguir activar esa situación” (Cristina Iglesias)

Mediante la búsqueda de este lugar se desarrolla un trabajo de observación sostenida e intuición, a la vez que de escucha activa y toma de decisiones en grupo.

Una vez que hayan decidido qué espacio es su lugar, vamos a pedirles que recopilen evidencias de ese espacio y en concreto de sus texturas:

Por ejemplo: Si su espacio o lugar es un banco del patio, ¿cómo es la textura de ese banco?; si es un pasillo… las texturas de las paredes o suelos… o si su espacio está en la naturaleza, las texturas de los arbustos, ramas, hojas, musgo o cortezas de los árboles, etc.

¿Cómo lo haremos? De manera muy sencilla con bloques de plastilina, y será mediante la presión de estos elementos que definen su lugar elegido (piedras, cemento, árboles,) sobre la plastilina como podrán captar la textura de ese entorno, su huella.

Después, en función de la edad, también podremos reflexionar sobre la huella que dejamos en las personas y cómo queremos que sea a lo largo de este curso.

Historias de papel

Inspirados en la exposición del artista Thomas Demand en el Centro Botín: Mundo de Papel realizaremos una actividad que consistirá en la búsqueda en grupo de un objeto único y original. Propuesta del recurso educativo ReflejArte 2021/2022

En esta actividad de indagación potenciaremos la curiosidad y observación consciente de nuestro entorno en la búsqueda de un objeto que nos acerque a nuestra esencia como grupo-clase. El reto está en buscar algo que nos diferencie de los demás y nos haga únicos. Al igual que Thomas Demand se ayuda de objetos y representaciones de estos para entender la realidad, nosotros nos acercare­mos a la esencia de nuestra clase a través de esta búsqueda de un objeto que nos represente. Será nuestro logo, amuleto y nos acompañará a lo largo de todo el curso.

Podemos hacer su representación en papel, al igual que Thomas Demand recrea los objetos reales. Para ello, los observaremos en detalle y realizaremos una réplica en papel de los mismos.

 

LITERATURA

 

 

Actividad para antes de la lectura del libro Las Aventuras de la mano negra, del recurso educativo Lectura, Emociones y Creatividad (Primaria)

En este libro no hay un solo protagonista, sino varios que funcionan muy bien juntos: una pandilla. Una de las chicas, Adela, comenta en un momento determinado: “Como somos cinco, todo es más fácil” (p. 185). Realiza con tu alumnado una lluvia de ideas sobre las ventajas y dificultades de trabajar en equipo: haz dos listas en la pizarra, apuntando los pros y los contras. Pídeles que hagan la reflexión desde su propia experiencia personal, recordando momentos concretos en que hayan tenido que resolver algo y se hayan apoyado en su grupo de amigos.

Haz hincapié en analizar con ellos cómo es el funcionamiento habitual en una pandilla: la presencia o no de un líder, las ventajas de poder turnarse en el liderazgo y en la responsabilidad del grupo, el esfuerzo que hay que invertir en negociar las decisiones que se toman, el riesgo de apoyar a otra persona cuando no se está de acuerdo y la dificultad de hacer valer el criterio propio frente al grupo, etc.

 

 

 

 

 

 

Actividad para durante la lectura del libro El detective ausente, del recurso educativo Lectura, Emociones y Creatividad (Secundaria)

Como Nemo ha perdido la memoria, en el capítulo 4: “En vilo (p. 56-59), utiliza su capacidad de observación y sus extraordinarias dotes de deducción para averiguar información sobre sí mismo. De esta manera, Nemo sabe que ha llegado a Francia en barco y desde el puerto ha cogido un tren hasta Londres. También descubre que sabe esgrima y boxeo. Increíble, ¿verdad? Ahora les toca a los lectores. El docente les pedirá que se contemplen en el espejo y que escriban qué aspectos de su vida pueden deducirse a partir de su imagen. Deben fijarse en su ropa (si está limpia, gastada o tiene algún tipo de manchas, el estilo…), en su calzado, en su pelo y en su piel, en sus complementos (reloj, gafas, pendientes…), etc. También pueden analizar sus gestos, su acento al hablar y su manera de expresarse. Deberán demostrar la percepción de sí mismos y su destreza para comunicar a los demás su forma de ser. Es importante que, en esta reflexión, los alumnos y alumnas manifiesten una valoración positiva de sí mismos. En la puesta en común del ejercicio, el profesor reforzará los sentimientos positivos en las exposiciones del alumnado que quiera comentar sus respuestas, y les ayudará a darse cuenta de que en su propia vida es muy importante tener una imagen positiva de uno mismo y confianza en las propias posibilidades.

El docente les pedirá que hagan un esfuerzo por descubrirse a sí mismos. Además de mirarse al espejo como Nemo, deben mirarse en su espejo interno y conocer sus capacidades y limitaciones, así como valorar el cuidado de la salud como forma de actuar de manera favorable hacia uno mismo. En este punto, se reflexionará sobre los hábitos que nos ayudan a sentirnos bien y a llevar una vida más saludable: una alimentación rica y variada, el ejercicio físico y al aire libre, la importancia del descanso o el uso responsable de las tecnologías. Con el fin de trabajar también la empatía, el profesor puede proponer al alumnado que describa cómo ven a un compañero de clase. Se puede jugar a leer las descripciones en voz alta, sin decir los nombres, para que el resto adivinen de quién se trata. Se debe hacer hincapié en la importancia de respetar a los demás y no plantear descripciones que puedan hacer que la otra persona se sienta mal.

Por último, podemos pedir al alumnado que se describa como grupo-clase: cómo se perciben, qué les caracteriza... Si no se conocen, ¿cómo les gustaría ser? Esto puede ayudar al mejor funcionamiento del grupo a crear la identidad de la clase y fomentar la cohesión.

MUSICA

Propuesta del recurso educativo El Coro de las Emociones para familias

En esta actividad, vamos a crear e interpretar distintos sonidos. El docente se inventa un modelo (corto y preciso de dos, tres sonidos con el ritmo que quiera) y el grupo lo repite lo más exactamente posible. Es como si fuesen un espejo en el que te miras o, mejor dicho, te oyes. En un espejo real, si subes tu mano al momento ves cómo sube la suya el personaje que está en el espejo, al otro lado. De manera similar podemos hacer con los sonidos: si yo canto, por ejemplo, “LA, LA, LA” sobre una misma nota, mi espejo musical (en este caso quien juega conmigo) debe repetir lo más fielmente posible “LA, LA, LA”. Vale cualquier cosa que hagas, pero ten en cuenta que cuanto mayor variedad de sonidos emplees más divertido y útil será el juego. Se puede ir poco a poco, al principio con diseños más sencillos y luego complicándolos. Y podemos hacer el modelo no solo con voz cantada: también vale intercalar palmas, ruidos, chasquidos de lengua...

El docente dará paso a otro alumno/a, que inventará su propio modelo para que la clase lo repita, y así sucesivamente. El que ha hecho de espejo enseguida deberá pasar al “otro lado del espejo”, es decir, de reflejante a reflejado si es que se puede decir así. Con la imitación por parte del grupo vemos la importancia que tiene la cohesión y el ir al mismo ritmo.

AUDIOVISUALES

La transición entre la etapa infantil y la etapa primaria es una de las transiciones más influyentes en la educación formal. Esta actividad del recurso educativo Banco de Herramientas facilitará ese proceso.

 Primero, sugeriremos a las familias que realicen o elijan junto a su hijo/a una bolsita o sobrecito, que actúe de mochila. Lo importante es que el proceso de confección o búsqueda de la mochila sea junto con el niño o niña. Puede ser del material que quieran: hecha de trapillos sin uso, camisetas o pantalones viejos, retazos de tela, una caja de cartón, plástico, cueros, lana, etc. Una vez en el aula, podemos preguntar sobre sus emociones respecto al proceso de creación o elección de su mochila, dando espacio para la identificación y expresión verbal de las emociones: ¿Quién les ayudó a hacer la mochila? ¿Cómo se sintieron? ¿Les gustó hacer esta mochila con…?

Luego, se les preguntará sobre las mochilas en general y su utilidad: ¿Alguien sabe para qué sirve una mochila? ¿Alguien tiene hermanos o hermanas mayores que tengan mochilas? ¿Para qué las usan? ¿Qué guardan allí? (si no se mencionan, indicar: lápices, goma, lápices de colores, regla, etc.). Explicaremos que a estos objetos les llamamos “útiles/materiales escolares” y que a continuación, van a ver un audiolibro sobre las aventuras de algunos útiles escolares.

¡Haz clic para escuchar el audiolibro! https://bit.ly/3kcTo0g

Una vez escuchar, pondremos en común: ¿Qué les ha parecido? ¿Han podido reconocer algún material/útil escolar? ¿Por qué el lápiz se sentía satisfecho? ¿Por qué los útiles gritaban “¡no! ¡no!”? ¿Cómo creen que se sentían?

Por último, retomaremos las mochilas de cada alumno/a y destacaremos que cada uno tiene o hizo su propia mochila, que esto es así con los niños y niñas que van a la escuela primaria y allí guardan sus materiales. Si bien antes los materiales eran compartidos, ahora cada uno/a guardará los suyos y tendrá que aprender a cuidarlos. Es importante notar que todos tenemos materiales similares y que podemos pedir prestado, prestar e intercambiar. Eso nos ayuda a crecer y aprender.

Se les explica que en las mochilas que cada uno/a hizo o tiene, van a guardar cosas muy especiales: ¡Útiles siempre útiles! Nos van a ayudar a recordar algunas cosas importantes. Se tendrá preparado de antemano, un lápiz, una goma, una regla, un lápiz de color y una figura de cuerpo humano para entregar a cada estudiante y que guarden en sus mochilas. Se les muestran los objetos de a uno, mientras que se les pregunta:

  • Lápiz - ¿Qué hacemos con un lápiz? ¿Qué otras cosas podemos escribir? ¿Podemos escribir nuestros sueños y miedos? ¿Podemos escribirle a alguien si le extrañamos?
  • Goma- ¿Qué podemos hacer con la goma? Borrar cuando queremos cambiar de camino, hacerlo nuevamente.
  • Regla - ¿Qué hacen las reglas? ¡Nos ayudan a medir los tamaños! Pero también nos comparten normas que nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos y a convivir mejor.
  • Lápiz de color - Para acordarme de que a veces quiero contar algo, pero no se las palabras: ¡Lo puedo dibujar!
  • Figura de cuerpo - ¿Qué nos dice el cuerpo? ¿Cómo se siente mi cuerpo ahora? ¿Qué sienten? ¿Está durito como un robot o un cubito de hielo? ¿Calentito? ¿Frío? ¿Suave? ¿Qué siente mi cuerpo? Comenzar desde pequeños a reconocer el estado corporal facilita la identificación y expresión emocional: a veces ni las palabras ni los dibujos pueden contar nuestra historia, a veces queremos contarla con el cuerpo. ¡Bailemos!

Para finalizar la actividad, podemos invitar a estudiantes del primer año de la etapa Primaria a que exhiban sus mochilas al resto de cursos de esta etapa, para que las usan, que llevan allí, por qué son importantes...

El tránsito entre la etapa de Educación Primaria a Educación Secundaria, y más aún si conlleva un cambio de centro educativo, genera en los estudiantes ciertos miedos y emociones ante la incertidumbre. Esta actividad del recurso educativo Banco de Herramientas facilitará ese proceso.

Para comenzar, pediremos a todos los estudiantes que cierren los ojos, que se coloquen las manos una encima de la otra en la barriga y que respiren tranquilamente durante un minuto. A continuación, el docente indicará a los estudiantes que, manteniendo esa postura y siguiendo con su respiración, piensen en el primer día en su etapa en Secundaria. Para guiar esta reflexión el docente puede realizar varias preguntas con el objetivo de conducir el pensamiento del alumnado e indagar en sus miedos:

Imaginad la llegada a vuestro centro. ¿Cómo os veis?, ¿cómo os sentís?, ¿qué os preocupa?, ¿hay algo que os provoque miedo?

Transcurridos unos minutos, el docente comunicará que los estudiantes ya pueden colocar sus manos encima del pupitre y abrir sus ojos. Posteriormente, repartiremos a cada estudiante una nota adhesiva (post-it). En este espacio los estudiantes escribirán una preocupación o miedo que tengan en torno al tránsito de etapa.

Terminada esta tarea, los estudiantes doblarán el papel por la mitad y lo introducirán en un recipiente que tenga el docente (una caja, una bolsa, cualquier elemento con capacidad para esos papeles). Dividiremos a los estudiantes en grupos (4-5 personas).

El docente moverá todos los papeles de la caja y pedirá a cada grupo que, respetando los turnos que él indique, se acerquen a la caja y cada miembro con los ojos cerrados sustraiga un papel.

Con todos los papeles repartidos entre los grupos formados, cada equipo deberá leer la situación o preocupación planteada, analizarla, reflexionar conjuntamente sobre cómo podrían resolver esa situación o aliviar esa preocupación, de manera tan creativa como consideren. Cada grupo puede establecer roles entre sus miembros para trabajar cooperativamente.

Los consejos que ofrecerían para resolver la situación, la preocupación o el miedo planteado, deberán detallarla en la parte posterior del papel. Una vez finalizada la tarea, cada grupo saldrá al “escenario” para exponer la preocupación y la ayuda que ellos plantean.

Es probable que muchas preocupaciones se repitan. Sin embargo, esto no entorpece la dinámica; al contrario, la enriquece, pues los estudiantes se sentirán aliviados al ver que no son los únicos que tienen esos miedos y empatizan los unos con los otros. Además, las soluciones probablemente sean distintas, lo cual también aporta un valor añadido.

Para finalizar la actividad, haremos una reflexión grupal, que el docente introducirá con algunas preguntas sobre la dinámica realizada:

¿Creéis que es importante hablar sobre los miedos que tenemos?, ¿cómo os habéis sentido al pensar sobre ello?, ¿cómo os habéis sentido al ayudar a vuestros compañeros con vuestros consejos para solucionar sus preocupaciones?, ¿qué habéis aprendido en esta actividad?, ¿cambiasteis alguna idea?

 

 

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