Autoestima:HE APRENDIDO A AMARME SOLA
RAZÓN DE SER: La percepción que esta mujer tiene de sí misma no es engañosa, se enfrenta con sus dificultades y se enriquece con ellas. Es capaz de ver la belleza allí donde los demás están ciegos. “Mi cuerpo es bello. No estoy acomplejada”, “a la Venus esculpida en el mármol de Milo nunca le reprocharon ser una minusválida. ¿Por qué, entonces, me lo reprochan a mí sin cesar?”.
Es capaz de sembrar la esperanza en sus posibilidades, ha logrado ser madre y criar a su hijo. Ella es la prueba evidente de que el concepto que se tiene de uno mismo se hace, a veces, a pesar de los demás, sin su apoyo. “Nunca pensé en ser madre. Al ser
inconcebible para los demás había terminado por serlo también para mí”.
Se define como una mujer fuerte, conocedora de quien es, de lo es capaz de hacer y de lo que no tiene. Por ello toma decisiones autónomas y asume las consecuencias. “A los 19 años me fui sola a Londres....sabía que me la estaba jugando, o la ciudad me salvaba o me mataba”. Habilidades para la interacción social: Sus habilidades para relacionarse positivamente con la gente, para pedir favores, para hacer amigos deben ser primordiales en la vida de Alison Lapper.
En sus declaraciones queda patente su capacidad para oponerse a lo que los demás esperan de ella. No permite que la marginen. No es ni un ángel ni un demonio. Se niega a ser una niña de exposición, un engendro. Desde que comenzó a hablar quiso que le quitaran los brazos y piernas artificiales que le hacían sentirse “aún más torpe”. Defiende su derecho a ser “una mujer sexuada, tan fuerte o tan débil como cualquiera. Igual de buena o de mala”. No se automargina. Es una persona capaz de expresar y comunicar lo que siente, lo que opina, lo que quiere.