Dentro de la metodología del pensamiento visual describimos un esquema general de cuatro niveles que puede servirte para el análisis de las imágenes. Os animamos a utilizarlo con vuestros alumnos para comentar una obra de arte o una imagen en vuestra clase de plástica o en la visita a una sala de exposiciones en la que se base vuestro ReflejArte.
En este recurso, ampliamos el alcance de esas técnicas para ir más allá del aprendizaje cognitivo, esto es, de los aspectos visuales (formas, composición, materiales…) y de contenido para que desarrollen al mismo tiempo habilidades emocionales y sociales mediante el respeto, el diálogo y el disfrute.
Durante el proceso se pone en marcha una dinámica basada en preguntas-respuestas, la observación, juegos y estrategias de confrontación y visualización con la obra de arte. El arte no solo refuerza contenidos y conocimientos; sino que también, al ser una experiencia sensitiva única y personal, funcionará como dispositivo que permitirá trabajar competencias y habilidades emocionales, sociales y de la creatividad.
A continuación, se describen los elementos clave en el proceso de trabajo del pensamiento visual:
Mediador
Es el docente o educador. Debe propiciar el diálogo entre distintas opciones e ideas argumentadas, saber desechar los comentarios que no sean fructíferos y reconducirlos hacia las reflexiones deseadas. Es un facilitador de experiencias estéticas y emocionales que puedan ocurrir entre el alumno y la obra de arte.
- Aconsejable: uso del tiempo verbal condicional en los discursos, ya que indica la existencia de más posibilidades de interpretación.
PREGUNTAS
Las dos primeras son generalmente las mismas y deben tener un carácter abierto. Se lanzan después de un minuto de observación en silencio:
- ¿Qué ves en esta obra? Aquí vemos…
- ¿Qué crees que está pasando en esta imagen? Las figuras principales son…
Hay que pensar en preguntas que busquen opiniones, hipótesis u otras preguntas.
- Objetivo: animar al alumno a observar, analizar, reflexionar… para que desarrolle su pensamiento crítico y consolide capacidades como el rechazo o la aceptación.
RESPUESTAS
A partir de las respuestas dadas hay que construir y guiar la conversación hacia los objetivos y temas a tratar. No existen respuestas válidas, correctas o incorrectas, sino apreciaciones personales e ideas que el mediador reorganiza y encadena para construir significado y conocimiento.
- Heramienta requerida al alumno: experiencia personal y afectiva del mundo que les rodea.
El mediador puede ofrecer información histórica o artística para enriquecer la conversación y cuando se intuya que una respuesta es propicia para reflexionar sobre el objetivo, se puede invitar a demás participantes a opinar.
DIÁLOGO
Se debe construir en torno a las imágenes. Los alumnos estarán siempre dialogando con la obra en su observación.
La base de un buen diálogo es conseguir que los alumnos sientan que su opinión cuenta y así tomar conciencia de que mirando, analizando, escuchando a sus compañeros descifrarán entre todos los secretos ocultos en la obra.
- Los medidadores tienen que conseguir que cada niño pueda constuir su propio camino de soluciones conceptuales y plásticas ante diferentes creaciones.
DEBATE
La actividad se realizará de forma ordenada y los alumnos aprenderán a verbalizar sus opiniones y a escuchar a sus compañeros.
Entre todos deben compartir las emociones y reflexiones que las obras de arte suscitan y así las trasladarán a la realidad para que cobren sentido y sean útiles.
- La persona que desee hablar deberá levantar la mano y esperar su turno.
CIERRE
Después de cada sesión, es necesario recopilar todas las diferentes líneas de pensamiento, ideas, reflexiones y sobre todo las emociones que a lo largo del debate han surgido con el grupo.
Los alumnos deben tener parte activa en este resumen. Se aprovechará, también, para intentar hacer participar a quien no lo haya hecho.
Niveles de análisis de una imagen
¿Qué elementos compositivos conforman esta obra?
La materia, el soporte, los materiales utilizados y cómo están dispuestos son la base de cualquier creación plástica. Analizar las formas y el volumen de una escultura, los colores, trazos y composición de una pintura o un dibujo.
Así como la perspectiva o el punto de vista de la toma de una fotografía nos permitirá acercarnos a las intenciones del creador, pero también nos hablarán de creatividad, de la carga emocional que se pone en marcha a la hora de crear. La elección de los materiales y su disposición en una creación artística no es fortuita, sino que tiene una explicación y una finalidad.
¿Qué representaciones o iconos puedo entrever en una imagen?
El alumno debe ser consciente de que el arte es una “construcción” con intenciones, con mensajes, que refleja tanto el tiempo histórico y social del creador como su tiempo personal, esto es, vivencias, emociones y pensamientos. Las obras de arte tienen, en general, un gran componente biográfico y personal.
Todos hemos creado “artefactos” alguna vez que hablan y aún sin quererlo de nosotros mismos, de nuestros estados de ánimo, de nuestras experiencias vitales, etc. Preguntar si existen elementos icónicos, esto es, visualmente reconocibles o comunes a determinadas culturas serían cuestiones relacionadas con este apartado.
¿Qué querrá simbolizar ésta creación?
Forma y contenido difícilmente se pueden desligar en el análisis de las artes plásticas, por lo que el haber trabajado y desarrollado adecuadamente los niveles anteriores (plástico e icónico), nos llevará fácilmente a poder desarrollar diferentes interpretaciones y lecturas sobre la obra de arte.
Éstas pueden ser múltiples, tantas como nosotros mismos, y todas son válidas, siempre que sean argumentadas y apoyadas en “lo que vemos” en las obras y que sean verbalizadas y razonadas adecuadamente. Es esencial que esta reflexión llegue a tu alumnado; no el “todo vale” sino qu “esto vale porque....” / “esto me vale (o no me vale) a mí porque...”.
En esta parte del análisis se motiva el pensamiento crítico y constructivo. Referirse a elementos como la imaginación, la intención o el significado correspondería a este nivel.
¿Qué emociones empujaron al artista a representar esto o a crear esta obra? ¿Y qué me hace sentir a mí esta creación?
Este es el último nivel en la aplicación de las estrategias del pensamiento visual y que difícilmente se dará si los anteriores niveles no han sido desarrollados adecuadamente.
Para facilitar a los niños y jóvenes aprender sobre las emociones, reconocerlas y entenderlas es esencial que, después de identificarlas las puedan trasladar a su terreno vital, esto es personal y afectivo. No podemos reconocer una emoción si no la hemos sentido antes.
Poner o pedirles ejemplos de cómo nos sentimos o reaccionamos antes diferentes situaciones de nuestra vida familiar y social y animar a qué ellos lo hagan será un ejercicio esencial en esta última parte, que les permitirá acercarse a las intenciones del autor, a las de sus compañeros, desarrollando así la empatía, generando autoestima y practicando la escucha activa y la asertividad.