El alumnado, con ayuda de su familia tendrá que elegir un ser vivo no humano (preferiblemente no elegir animal de compañía o mascota para favorecer el proceso de investigación) que tengan en casa, o en su entorno más cercano, y realizar una labor de investigación sobre cómo juega o se divierte ese ser.
En este sentido, tendrán que indagar y preguntarse cómo es el juego de ese ser vivo no humano, a qué le gusta jugar, qué forma, colores y tamaño tienen sus juguetes favoritos, si son objetos o no… (pueden ser sonidos, olores, colores...). Por ejemplo, podría ser algún insecto del jardín, una planta, una fruta, pájaros, mariposas...
Para ello tendrán que observar, hacer pruebas y preguntar a las personas más cercanas al ser elegido qué cosas le interesan más, le agradan, desagradan, etc.…y justificar en qué se basan para llegar a esas conclusiones. Si nadie conoce la respuesta tendrán que suponer cosas tras experimentar diversas opciones, dejándose llevar por su intuición.
“Tal y como sugiere el título de la exposición de Shimabuku, Pulpo, cítrico,
humano, su obra muestra -con gran candidez- el mismo nivel de curiosidad
y compromiso hacia todo tipo de seres, exponiendo la belleza y variedad de
interacciones que se pueden dar en el mundo vivo”
Bárbara Rodríguez Muñoz
Para ello seguiremos el método científico (Anexo 1). Es decir, realizaremos observaciones y preguntas, plantearemos hipótesis, realizaremos experimentos y por último analizaremos los resultados para obtener una conclusión.
Cada alumno/a llevará al aula una fotografía de ese ser vivo no humano y la ficha de observación científica para hacer una puesta en común con el resto de compañeros/as.
Es muy importante la realización de la actividad previa antes de ir a conocer la exposición del Centro Botín o ver la exposición virtual.